¿Es el deporte un factor de protección?

¿Es el deporte un factor de protección?El 99,9% de las personas, profesionales o no, a las que se les haga esta pregunta contestarán con un SI rotundo. Muchos de ellos, a continuación, enumerarán los diferentes beneficios que puede aportar el deporte a aquellos que lo practican. No los vamos a enumerar aquí, pero son beneficios sociales, físicos y de autocuidado/salud, emocionales, cognitivos y psicológicos.

Es evidente que, padres y madres, tienen muy interiorizada esta idea sobre el deporte y, un porcentaje elevado de ellos/as, incluyen a sus hijos e hijas en actividades de esta índole.

Ahora bien, me parece oportuno hacerse otra pregunta; ¿se puede decir, entonces, que el hecho de que nuestros hijos e hijas hagan deporte garantiza automáticamente la obtención de sus cuantiosos e importantes beneficios?

La respuesta a esta pregunta es, categóricamente, NO. Quizás sí, en mayor medida, los beneficios que tienen que ver con hábitos de salud y forma física, pero no con el resto. De hecho, son muchos los chicos y chicas que salen tocados psicológica y emocionalmente del deporte, en Recurra-Ginso lo hemos visto y tratado en un número significativo de casos, tanto en la Clínica como en el Centro Terapéutico Residencial. Igual, algunos de estos chicos y chicas, tienen nivel y juegan muy bien al deporte que han practicado, pero hay algo que falta, hay un parte de la actividad deportiva que no les ha llegado, que no ha calado en ellos. Tienen competencia deportiva, pero no consiguen explotarla por limitaciones en otros aspectos.

¿De qué depende, entonces, la obtención de estos beneficios? Sin lugar a duda, de los adultos que organizan la actividad deportiva y del resto de adultos que acompañan a los niños y niñas durante la misma. También de los objetivos que se planteen y de la operativización de los mismos.

Lo que garantiza que el deporte sea un factor de protección, es la formación de DEPORTISTAS, no de futbolistas, baloncestistas, tenistas, etc.

Efectivamente, el deporte puede ser un factor de protección y aportar mucho en la formación de los niños, adolescentes y jóvenes que lo practican. Es necesario que los adultos (clubes, directores deportivos, coordinadores, entrenadores y padres/madres) interioricen esta idea y asuman esa responsabilidad formativa, una responsabilidad social coherente con la edad en la que se encuentra esta población; niños y jóvenes en etapas de formación y aprendizaje, de evolución y desarrollo. Además, con un nivel elevado de motivación inicial (en la mayoría de los casos) que hay que aprovechar, que ya quisieran para ellos otros recursos educativos (por ej. Colegios) y que es una condición de partida que favorece el interés por aprender.

Lo importante, lo esencial, lo que garantiza que el deporte sea un factor de protección, es la formación de DEPORTISTAS, no de futbolistas, baloncestistas, tenistas, etc. Esto último, también es una responsabilidad de los adultos y organizaciones deportivas, no social sino puramente deportiva, que puede favorecer el disfrute de la actividad, la permanencia durante más tiempo en el deporte, así como disminuir el porcentaje de abandono que, en el caso del futbol (que conozco muy bien), se sitúa en torno al 50% y que se da, mayormente, durante el segundo año de cadetes y primer/segundo año de juveniles, justo en plena adolescencia, cuando, a buen seguro, más les puede interesar a los padres que sus hijos continúen haciendo deporte.

De hecho, en el caso de que nuestro hijo o hija, abandone el deporte, algo licito por diferentes motivos y riesgoso, si lo hacen por falta de autoconfianza y/o malestar, hay que garantizar y trabajar para que se lleven esta formación como DEPORTISTAS, si se llevan esto, se llevan mucho y se habrá cumplido esa responsabilidad social de la que hablamos; podremos estar satisfechos.

Cuanto mayor sea la formación como DEPORTISTAS, mayor es la progresión y aprendizaje como futbolistas (por ejemplo), y mayor la probabilidad de permanencia

Ambas parcelas se relacionan. Desde mi practica como psicólogo del deporte durante más de 20 años, puedo garantizar que cuanto mayor sea la formación como DEPORTISTAS, mayor es la progresión y aprendizaje como futbolistas (por ejemplo), y mayor la probabilidad de permanencia.

¿Qué incluye la formación como DEPORTISTAS?

Incluye un estilo de funcionamiento psicológico, cognitivo y emocional que se fundamenta en los valores deportivos, que favorece el desarrollo de la autoconfianza y la autoestima y, desde ahí, genera motivación y bienestar.

Valores como, entre otros; el trabajo en equipo, la capacidad de esfuerzo, la tolerancia a la frustración, el control del estrés, el respeto a personas y normas, la disciplina, el compromiso y responsabilidad, la capacidad de autoevaluación y establecimiento de objetivos, la orientacion motivacional (resultados vs rendimiento), la competitividad saludable, etc. Estos valores no están en el deporte porque este o la gente del deporte sean muy “majetes”, están porque producen rendimiento, aprendizaje, progresión y madurez mental.

Esta estructura personal y psicoemocional es la que convierte al deporte en un importante factor de protección y es lo que hay que intentar que todos los jóvenes se lleven de su paso por el mismo, lo abandonen o no. Una estructura que, por cierto, conforma un estilo de vida y es transferible a otros contextos y parcelas vitales (estudios, trabajo, familia, etc.) Este es el verdadero ÉXITO del deporte como experiencia infanto-juvenil.

Si su hijo o hija hace deporte, asegúrese de que lo hace en una organización, club, etc. que se mueve bajo estos parámetros y objetivos, y piense si usted funciona, como padre o madre, acorde a estas cuestiones; sus mensajes, sus actitudes, etc.

Si no es así, no dé por hecho que el deporte es el factor de protección del que se habla, o cuando menos, es probable que no lo sea al nivel en que lo podría ser.

Programa Recurra-Ginso

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Luis Alcolea Menéndez

Licenciado en Psicología. Psicólogo General Sanitario. Máster en Psicología del Deporte. Máster en Psicología del Coaching. Actualmente Coordinador/Psicólogo en la Clínica RECURRA GINSO.