En un mundo cada vez más conectado, la Comisión Europea ha tomado medidas significativas para salvaguardar la salud mental de nuestros jóvenes en la red. En su Comunicación de 2022 sobre la nueva estrategia para un internet mejor para la población menor de edad, se destaca la importancia de métodos eficaces de verificación de edad, respaldados por el Reglamento de Servicios Digitales (DSA). En España, la Ley General de Comunicación Audiovisual también exige medidas para proteger a los menores de contenidos perjudiciales.
Desde la perspectiva de la psicología clínica y educativa, es crucial entender que la protección del menor en internet va más allá de la verificación de edad. Se trata de crear un sistema integral que resguarde a nuestros adolescentes del acceso incontrolado a contenidos inadecuados, teniendo en cuenta su desarrollo físico, mental y moral.
La protección del menor en internet va más allá de la verificación de edad
Este sistema incluiría un mecanismo de verificación de edad, políticas de calificación de sitios y contenidos, así como la ejecución de estas políticas por parte de diversas entidades, como sitios web, redes sociales, buscadores y otros proveedores de servicios en línea.
Sin embargo, el foco no debe limitarse solo a restringir el acceso. La protección del interés superior del menor, como destaca la DSA, implica considerar el diseño de servicios en línea que se dirigen a los menores. Esto implica adaptar interfaces y servicios, especialmente cuando están destinados o utilizados predominantemente por jóvenes.
En este contexto, el papel de los padres y profesores emerge como fundamental. La orientación y educación por parte de los padres, junto con la colaboración activa de los educadores en la enseñanza de habilidades digitales y la conciencia de los riesgos, son esenciales para fortalecer la resiliencia de los adolescentes en el mundo digital.
La protección en línea es un esfuerzo colectivo que involucra a padres, educadores, sociedad y legisladores
La sociedad en general también tiene una responsabilidad crucial. Fomentar un entorno que promueva valores positivos en línea, sensibilizar sobre la importancia de la salud mental y respaldar iniciativas que aborden estos problemas son pasos cruciales hacia un entorno digital más seguro y saludable.
En conclusión, la protección en línea es un esfuerzo colectivo que involucra a padres, educadores, sociedad y legisladores. Solo a través de una colaboración activa y un enfoque integral, podemos construir un entorno digital que respete los derechos fundamentales de nuestros adolescentes y promueva su salud mental.