Querida yo adolescente, hace mucho tiempo que ya no hablamos y es que el devenir de la vida adulta poco a poco me ha ido alejando más y más de ti. No me creerías si te digo que cada día me parezco más a mamá, con sus mismas manías, lemas vitales y normas, exactamente esas que antes tanto aborrecías. Ahora bien, tengo el mismo carácter que papá, e incluso tengo que admitirte que me parezco a él hasta en la impaciencia. Parece como si todo lo que rechazabas ahora formase parte de nosotras.
Hay algo que no ha cambiado, la huella que todas las experiencias que vivimos dejaron en mí. Aunque creas que la vida adulta me ha hecho desconectarme de ti, de tu intensidad emocional, tus ideas descabelladas, tu necesidad de sentirte importante y tu vocación por ayudar al otro. Esto no ha sido así, al contrario, trabajar con adolescentes hace que tú y yo nos entendamos mejor que nunca, ya que ellos me han demostrado la importancia de no olvidarme de ti.
Cada adolescencia es distinta y tú y yo lo sabemos, pero hay elementos comunes que los adultos no deberíamos de olvidar.
Cuando nos hacemos adultos, nuestro cerebro es completamente distinto, lo que hace que a veces no os entendamos bien al no darnos cuenta de que no pensáis igual porque no podéis. Pero ahí estas tú, para recordarme cómo eran las cosas, cómo todas las decisiones parecían buenas y lo difícil que era entender qué estaba sintiendo, sobre todo si tenía un problema y me daba miedo pedir ayuda.
Esta conexión me permite acercarme a los adolescentes desde otra mirada, una más cercana y comprensiva con su desarrollo y las necesidades que este requiere. Mirada que intento transmitir a los padres pidiéndoles que reflexionen en su propia adolescencia y en las experiencias que tuvieron. Cada adolescencia es distinta y tú y yo lo sabemos, pero hay elementos comunes que los adultos no deberíamos de olvidar.
Querida yo adolescente, gracias por seguir presente en mi día a día y por todo lo que viviste, aunque te cueste creerlo, lo que aprendiste y el cariño que te dieron es lo que hace que cada día intente ser mejor profesional para los adolescentes que formarán nuestro futuro. Pero, sobre todo, gracias por recordarme lo importante que es entender a los adolescentes.