La Navidad una situación delicada, para muchos
La Navidad suele presentarse como un tiempo de alegría, amor y unión familiar, producto de las raíces culturales y sociales.
Y, aunque para algunas personas la Navidad conserva su magia, incluso en la adultez, elevando su estado de ánimo y autoestima, otras la experimentan de manera completamente diferente.
En muchos casos, los conflictos familiares, la falta de comunicación, las pérdidas de seres queridos, la inestabilidad económica o la presión de asistir a reuniones tensas, como las cenas de Navidad, desembocan en sentimientos de tristeza, ansiedad o frustración.
En gran medida, debido a que estas situaciones recuerdan desacuerdos pasados, generan incomodidad al interactuar con miembros lejanos y aumentan la sensación de no cumplir con las expectativas sociales de armonía que se asocian con estas fechas. Pues, con relativa frecuencia, las expectativas idealizadas de felicidad a veces chocan con la realidad, convirtiendo estas festividades en una fuente de malestar en lugar de disfrute.
Para estas personas, reconocer que la Navidad no es igual para todos ayuda a gestionar mejor nuestras emociones y a reducir la frustración.
Asimismo, la validación emocional adquiere un papel fundamental: escuchar sin juzgar, evitar presiones, reconocer lo que la persona siente, ajustar las expectativas y ofrecer alternativas son maneras saludables de transitar estas “fiestas” de manera positiva.
Algunas estrategias que recomendamos tomar son:
- Acompañamiento positivo
Busca la presencia de personas que te ofrezcan apoyo, cariño y bienestar en estos momentos. - Rutinas cotidianas
Mantén tus hábitos diarios para conservar estabilidad y equilibrio emocional. - Espacios para tu proceso
Reserva momentos para sentir, reflexionar y avanzar a tu propio ritmo. - Actividades placenteras
Reconduce estas fechas realizando cosas que disfrutes, como esquiar, jugar en familia, ir al cine o cenar con personas que estén viviendo algo similar. - Recuerdo simbólico
Honra a quienes ya no están mediante un pequeño gesto, unas palabras o un ritual significativo. - Distracción saludable
Evita quedarte atrapado en recuerdos dolorosos buscando actividades que te brinden alivio y te despejen la mente. - Nuevas tradiciones
Atrévete a incorporar prácticas distintas que hagan estas fechas más llevaderas y propias. - Pedir ayuda
Acepta o solicita apoyo cuando lo necesites, ya sea de personas cercanas o de profesionales.
Referencias bibliográficas
Aguilar, C. (2023). El efecto Navidad: ¿por qué estas fechas nos afectan? . Hospiden.
Mundo Psicólogos (2015). 6 consejos para superar la depresión navideña.