La adicción a los teléfonos móviles y las redes sociales se ha vuelto un tema cada vez más preocupante entre los niños y adolescentes en España. Hoy en día, los móviles forman parte esencial de la vida cotidiana, especialmente entre los jóvenes, que pasan horas frente a la pantalla sin darse cuenta del impacto que esto tiene. Según estudios recientes, los jóvenes de entre 18 y 24 años pasan un promedio de 6 horas y 43 minutos al día utilizando sus dispositivos, un tiempo que supera por mucho la media nacional y que es más del doble de lo que dedican las personas mayores de 55 años. Es una cifra que impresiona y que hace evidente el nivel de dependencia que se ha alcanzado.
Lo que también sorprende es que un 44% de los jóvenes admite sentirse adicto a su móvil. Esto genera mucha preocupación en los padres, y no es para menos, ya que más de la mitad considera que sus hijos pasan demasiado tiempo conectados. Este debate también lleva a preguntarse cuál es la edad adecuada para que los niños tengan su primer móvil. La mayoría de los padres cree que 14 años es razonable, pero está claro que no se trata solo de darles el móvil, sino de acompañarles para que aprendan a usarlo de forma responsable.
El uso de las redes sociales ocupa gran parte de ese tiempo que los jóvenes pasan pegados al móvil
El uso de las redes sociales ocupa gran parte de ese tiempo que los jóvenes pasan pegados al móvil, con aplicaciones como WhatsApp, Instagram y TikTok liderando la lista. Esto no es solo una forma de comunicación para ellos, también buscan validación social, lo que, a largo plazo, puede tener un impacto muy negativo en su salud mental. No es raro escuchar sobre problemas de ansiedad o incluso depresión relacionados con este uso excesivo de las redes sociales.
Lo más preocupante es que, según un estudio de la Red de Atención a las Adicciones y la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados, el 52% de los adolescentes con adicción a internet tienen entre 16 y 17 años. Esto significa que los jóvenes que deberían estar desarrollándose emocionalmente de forma sana están cayendo en una dependencia que puede tener efectos graves a largo plazo.
Por eso es tan importante que tanto padres como educadores tomen un papel activo en prevenir este tipo de adicciones. No se trata de demonizar el uso de la tecnología, porque es una herramienta increíble cuando se utiliza bien, pero sí de enseñar a los jóvenes a encontrar un equilibrio. Animarles a participar en actividades fuera de las pantallas, establecer límites claros de uso y trabajar en su educación emocional son pasos básicos para ayudarles a gestionar mejor su relación con los dispositivos.
La adicción a los móviles y redes sociales es un problema real que afecta a muchísimos jóvenes en España. Es preocupante porque las consecuencias no son solo un exceso de tiempo frente a una pantalla, sino que afectan su bienestar emocional y sus relaciones. Es nuestra responsabilidad, como sociedad, asegurarnos de que la tecnología sea una herramienta para crecer y no una que los aleje de la realidad. Al final, se trata de darles las herramientas para que puedan disfrutar de lo mejor de ambos mundos sin caer en extremos que les perjudiquen. Los españoles, cada vez somos más adictos al móvil.
«La necesidad de usar el smartphone continuamente se conoce como nomofobia, un trastorno mental que provoca miedo irracional a estar sin el teléfono y afecta en mayor medida a los adolescentes«, RedesTelecom, agosto 2024.
«Beneficios y riesgos del uso del móvil en menores. Análisis de la cuestión desde la Psicología«, Infocop, diciembre 2023