Las normas y los límites
Las normas y el establecimiento de límites son una parte esencial en el desarrollo del niño. Al establecerlos les hacemos sentir seguros y protegidos, teniendo claro quién los guía y con quien puede contar.
- Educar supone dar seguridad, afecto, transmitir valores, saber poner límites y decir “No”, mandar o prohibir.
- Si los padres ponen límites firmes a sus hijos estos crecen mejor adaptados y con mayor autoestima que aquellos a los que se les permite salirse con la suya y comportarse como lo desean.
- Es lógico que los hijos tengan conductas inapropiadas, pero las consecuencias que puedan tener sus actos son claves en su educación.
Aplicación de los límites
- Sea coherente consigo mismo y mantenga su criterio. Sea firme pero flexible.
- Los límites deben ser claros y precisos y tener consecuencias cuando no se cumplen, explicando a su hijo/a previamente cuáles serán.
- Las normas deben ser consensuadas por ambos padres y en ocasiones con su hijo/a, siendo razonables según su edad.
- Las normas deben darse siempre en positivo y deben decir lo que espera de su hijo/a. Evite educar en el miedo.
- El cariño no debe ser utilizado como instrumento para castigar a su hijo/a.
- Los castigos deben imponerse con inmediatez, ser proporcionados a las conductas castigadas, justos, realizables y coherentes.
- Muéstrese sereno/a y firme ante el incumplimiento de los límites.
- Reproche la conducta inadecuada, no las capacidades o personalidad de su hijo/a.
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