Suicidio: Derribando mitos

Suicidio: Derribando mitosPara abordar y conocer mejor en qué consiste la conducta suicida o autolítica es fundamental distinguir entre los diversos términos relacionados con dicho concepto. El suicidio se define como el fallecimiento resultante de un acto intencional de autolesión con la finalidad de ser letal. En contraste, el comportamiento autolítico incluye un amplio espectro de conductas que abarcan desde el intento de suicidio y las acciones preparatorias hasta el suicidio consumado. Por otro lado, la ideación suicida o autolítica se refiere al proceso de pensar, considerar y planificar el acto suicida.

Es fundamental comprender cuáles son las creencias erróneas sobre el suicidio que prevalecen en la cultura popular por lo que, a continuación, se presentan algunas de estas creencias junto con sus afirmaciones más adecuadas:

  1. «Hablar del suicidio puede ser un precipitante para llevarlo a cabo«: Existe la creencia de que discutir abiertamente sobre el suicidio puede incitar a las personas a cometerlo. Sin embargo, hablar directamente sobre el suicidio puede ser una herramienta clave para su prevención, ya que el silencio y el aislamiento pueden agravar la situación. Promover un diálogo abierto puede ayudar a identificar señales de alerta y ofrecer apoyo a quienes lo necesitan.
  2. «Solo las personas con trastornos mentales, depresivas o pertenecientes a ciertos grupos, edades o géneros presentan conductas suicidas«: Aunque el suicidio puede estar influenciado por desigualdades y/o situaciones sociales, es un fenómeno universal que puede afectar a personas de todos los niveles socioculturales y económicos. Las personas que toman la decisión de acabar con su vida suelen compartir experiencias de sufrimiento, una sensación de incapacidad para enfrentar la situación por otros medios y desesperanza, sin necesariamente pertenecer a un grupo específico.
  3. «El acto suicida es una llamada de atención«: Es crucial no minimizar el riesgo ni actuar impulsivamente por miedo, dado que quienes expresan pensamientos autolíticos a menudo buscan desesperadamente comprensión y asistencia.
  4. «El suicidio es un acto impulsivo, repentino e imprevisible; por lo tanto, no es prevenible«: El suicidio es un fenómeno que puede prevenirse, por lo que conocer las señales de advertencia puede ayudar en la detección temprana y la intervención adecuada. En ocasiones, las personas que están contemplando el suicidio incluso lo verbalizan explícitamente, lo que brinda una oportunidad para intervenir y ofrecer el apoyo necesario.
  5. «Las personas suicidas siempre lo serán«: En muchos casos la conducta suicida es una fase temporal, por lo que, aunque un intento de suicidio es un indicador de riesgo significativo, no es necesariamente determinante para el resto de la vida de una persona. Es fundamental extremar los cuidados tras un intento de suicidio, evitando imponer etiquetas estigmatizantes que puedan perjudicar el proceso de recuperación.

Por ende, es fundamental prestar atención a las verbalizaciones y acciones relacionadas sin emitir juicios, siendo esencial brindar apoyo y comprensión a las personas que se encuentran en situaciones de sufrimiento extremo y que no ven una salida viable a sus problemas.

Programa Recurra-Ginso

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Irina Luzzi

Alumna en prácticas en la clínica ambulatoria RECURRA GINSO.