Acoso escolar y suicidio

La mayor causa de suicidio en niños y adolescentes tiene como etiología el acoso escolar.En la adolescencia resulta esencial satisfacer las expectativas del grupo de referencia. Son dramáticos, irracionales y a veces con aire de megalomanía. Muchos de sus mensajes de WhatsApp parecen notas secretas, asocian su imagen con la aceptación y pertenencia al grupo. Les da pánico hacer el ridículo ante los amigos o compañeros. Conozcamos que entre las causas de muerte el primer lugar corresponde a tumores; el segundo, a lesiones autoinfligidas y suicidios; y el tercero, a accidentes de tráfico. En la adolescencia, el suicidio constituye una de las primeras causas, y según la Asociación de Pediatría Norteamericana, la mayor causa de suicidio en niños y adolescentes tiene como etiología el acoso escolar.

El acosado o acosada escolar se siente vejada, ridiculizada, machacada y de una forma persistente, tenaz. Siete de cada diez jóvenes se han sentido, dicen, discriminados por algún motivo, y aunque el acoso escolar es diario en el 75% de los casos, el menor acosado tarda más de un año en pedir ayuda.

Y aunque el término «muerte» es común en el discurso adolescente, ¡atención! cuando dicen que son infelices —y lo dicen de veras, profundamente— y que quizás su vida no tiene sentido, cuando plantean que la vida no merece la pena o que pronto dejarán de darnos problemas, no lo dejemos caer en saco roto, están manifestando ideas autolíticas, a veces precursoras de conductas suicidas.

Sepamos que los adolescentes a veces sufren trastornos psicopatológicos encubiertos o mal diagnosticados, y ellos derivan en conflictividad. No focalicemos y señalemos al adolescente como problemático, transmitamos que hay un problema relacional y que tenemos un compromiso con él para buscar soluciones.

Las causas de muerte el primer lugar corresponde a tumores; el segundo, a lesiones autoinfligidas y suicidio; y el tercero, a accidentes de tráfico.

Debemos saber que hay cambios drásticos en su actitud o en su conducta que deben de ponernos en alerta a los progenitores, y recordemos que los amigos son muy importantes, pero no reemplazan a los padres cuando se trata de cuestiones para ellos vitales.

El apoyo parental es el recurso más importante con el que pueden contar los padres para intervenir sobre el comportamiento de acoso escolar de sus hijos.

Importante saber que la etiología de estas problemáticas es bastante profunda y no hemos de quedarnos en la superficie de las conductas, será hora de que intervengan profesionales muy especializados en la salud mental de este grupo etario. Pero, por favor, vayamos cuando se atisbe el problema, no cuando el problema está desbordado. Los buenos psicólogos sabemos que lo esencial es prevenir.

La sociedad, el Estado, las leyes, han de apoyar a los padres en su labor. Pero somos cuidadores de nuestros hijos, somos tutores de los mismos, y hemos de supervisar sus acciones y al tiempo equilibrarlas con el respeto a lo que es su intimidad, su espacio vital, sin confundir, con cuando silencian problemas o situaciones objetivamente de riesgo.

El apoyo parental es el recurso más importante con el que pueden contar los padres para intervenir sobre el comportamiento de acoso escolar de sus hijos.

Junto a los padres hay otros agentes socializadores fundamentales, destaquemos entre ellos los abuelos, los tíos, los profesores que podrán coadyuvar en la educación.

Como progenitor, potencia su resiliencia, que asuma la frustración, que maneje la impotencia, la rabia. Educa en la vivencia de los otros, la preocupación empática, la compasión.

Dota a tu hijo de responsable autonomía, capta si se siente fuera de su grupo, valora si fortalece su asertividad, aprecia su grado de lealtad. Desarrollando su resiliencia, estarás desmontando riesgos.

Programa Recurra-Ginso

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Javier Urra Portillo

Dr. en Psicología con la especialidad de Clínica y Forense. Dr. en Ciencias de la Salud. Pedagogo Terapeuta. Psicólogo en excedencia voluntaria de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y de los Juzgados de Menores de Madrid. Embajador de la Asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica. Profesor en Psicología (U.C.M.). Académico de Número de la Academia de Psicología de España. Patrono de la Fundación Pequeño Deseo. Presidente de la Comisión Rectora del programa recURRA-GINSO para padres e hijos en conflicto. Presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filio-parental (SEVIFIP). Escritor. Contertulio en Medios de comunicación. Primer Defensor del Menor.