Estrategias para abordar el TDAH en casa y en la escuela

Estrategias para abordar el TDAH en casa y en la escuelaEl trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por excesiva inquietud motora, dificultad en el control de impulsos y dificultad para mantener la atención durante un tiempo considerado como adecuado para la edad del niño. Para tener un TDAH estos síntomas deben producir disfunción en las distintas áreas de desarrollo del mismo (generalmente en la esfera académica, familiar y/o social que son los ámbitos en los que suelen desarrollarse la vida de nuestros pequeños) y no suele diagnosticarse antes de los 6 años por ser difícil de distinguir de la inmadurez o la naturaleza normal de los niños más pequeños.

Los niños con TDAH tienen tendencia a la búsqueda de sensaciones, a ser descuidados, y más impulsivos que los niños sin este trastorno por lo que vamos a ofrecer unas sencillas recomendaciones para estos niños en casa y en la escuela:

En casa:

  • Mantened las rutinas diarias. En niños con TDAH las rutinas diarias tienen que ser las mismas y cumplir los mismos horarios de levantada, merienda, tareas escolares, acostada…el tiempo sin estructurar y la falta de rutinas producen confusión y esto puede hacer que se muestren más inquietos, por tanto, dentro del ocio y el descanso, debemos mantener un entorno bien estructurado realizando horarios de las actividades diarias y semanales para que puedan anticipar la siguiente actividad.
  • Establecer una hora de acostarse. Muchos niños con TDAH tienen dificultades para establecer una hora habitual de acostarse ya que les cuesta relajarse y quedarse dormidos por lo que si no descansan lo necesario amanecerán el día siguiente cansados y por lo tanto, difíciles de manejar, lo que puede traer de cabeza a los padres y profesores.

La hora de acostarse es esencial para los niños con TDAH – por lo que debe ser siempre a la misma hora de lunes a viernes, siendo algo más flexibles los fines de semana, fomentando el tiempo de inactividad durante una hora antes de la hora de dormir deseada. Lea con su hijo, ver algo relajante en la televisión, para crear una transición de una fase activa de una fase de sueño.

  • Evita el uso excesivo de pantallas y dispositivos electrónicos. Establece unas normas previas y consensuadas para el uso de dispositivos electrónicos fijando un tiempo máximo diario del mismo y los momentos en los que se podrán usar y aquellos en los que no. Para los más mayores permite que sean ellos mismos los que colaboren a la hora de poner los límites de uso y otórgales la responsabilidad para cumplir el tiempo máximo fijado, de tal manera que se hagan responsables del control del tiempo. Con los más pequeños establece una rutina de uso y anticipa el fin de la actividad de pantallas ofreciendo después alguna actividad con iguales o al aire libre.
  • Pasa tiempo con ellos. Planifica momentos en los que podáis jugar juntos a juegos de mesa u otros juegos acorde a la edad de tus hijos que permitan favorecer el autocontrol, el pensamiento estratégico, la flexibilidad cognitiva y la atención y la concentración y a la par fortalecerás vínculos afectivos con ellos ya que durante el curso escolar queda poco tiempo, a veces, para compartir actividades lúdicas. Busca un rato cada día para ello y también aprovecha los fines de semana para compartir estos ratos.
  • Permíteles que se aburran. Deja algunos espacios de tiempo sin estructura donde puedan aburrirse, libres de pantallas y sin actividades programadas. El aburrimiento es un estado que permite el desarrollo de competencias como la creatividad, ejercita la tolerancia a la frustración y favorece el desarrollo del cerebro ejecutivo. Por lo que estos espacios son muy útiles para el desarrollo de su cerebro.
  • Controla la medicación. Si tienen medicación pautada controla la pauta diaria para que no se le olvide.

En la escuela:

  1. Mantened las rutinas diarias.  En el colegio es importante que sepan que va a acontecer cada día teniendo el horario en casa y en el colegio. Si va a ocurrir algo que se salga de la norma (festivales o excursiones), hay que anticiparse y prepararlo para esos momentos más desestructurados, si es previsible para él afrontará ese momento con más calma y recursos.
  2. Ayudar a manejar el comportamiento: Establecer una señal no verbal (como una nota adhesiva en el escritorio o colocar la mano sobre el hombro) para captar la atención del estudiante e indicarle que necesita un receso, por ejemplo.

Hablar de los problemas de conducta de forma individual con el estudiante, no en público.

Si es posible también les ayuda un sistema de recompensas.

  1. Facilitar el espacio físico: Asignar al alumno con TDAH en el aula un lugar tranquilo y si es posible que esté cerca del profesor. También dentro de su escritorio, si es posible, utilizar cojines, reposapiés y ligas de resistencia para agarrar las patas de la silla al suelo.
  1. Ayúdales a organizarse: El alumno deberá tener un cuaderno para apuntar las tareas pendientes. Codificar por color las materias de cada asignatura. Enseñar estrategias para tomar apuntes y estudiar. Por último, si es posible, tener 2 juegos de libros en casa y en la escuela por los posibles olvidos.
  1. Entendiendo al profesor: Darle las instrucciones por escrito y en voz alta; después haz que las repita para asegurarte que las ha comprendido. Las instrucciones tienen que ser claras, breves y concretas. Usar en lo posible imágenes y gráficos que le ayudaran a comprender mejor.
  2. Mejorar el rendimiento: A la hora de realizar las tareas si son largas enseñarle a dividirlas en pequeñas partes. Permitir al alumno reportar sus conocimientos de manera alternativa a los exámenes escritos, de forma oral, trabajos… Si no es posible, dejarle más tiempo para realizarlos. Calificar el contenido y no el orden o la pulcritud.

Programa Recurra-Ginso

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Cristina Patricia Argueso Gutierrez

Licenciada en Psicología, por la Universidad Complutense de Madrid. Master Universitario en Clínica e Intervención en trauma, Universidad San Jorge. Experto en Criminología y Delincuencia Juvenil, Inteligencia emocional, S.L- Experto Universitario en Psicopatología y Psiquiatría, Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia y Universidad San Jorge. Experto en Psicoterapia Breve con Niños y Adolescentes, Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia y Universidad San Jorge. Experto en Evaluación y Psicodiágnostico, Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia y Universidad San Jorge. Actualmente psicóloga del Programa Recurra-Ginso, con anterioridad desde 2007 psicóloga en el centro de menores Teresa de Calcuta.