Nuestros niños y jóvenes padecen una de las tasas de exceso de peso más importantes de Europa.
Los españoles estamos dejando de comer tanto pescado como solíamos. En muchas casas la fruta es un lujo y la verdura otro. El aceite de oliva ahora es literalmente oro líquido. Lo saludable, además de sabroso, es caro.
Los jóvenes no saben cocinar, se refugian en el microondas. Es hora de aprender, de enseñarles también a que valoren nueces y almendras, el pan de verdad, las verduras y legumbres, las frutas y verduras, el aceite de oliva virgen y compren y preparen ricos platos de pescado.
Nos va en ello la salud.



