La Adopción

Adoptar a un niño no es un proceso sencillo. Se podría decir con total convicción que suele ser un proceso complejo y tedioso. No obstante, la adopción es tan deseada por los padres que se embarcan en esa aventura que las dificultades y el tiempo no son inconvenientes.

Cada familia tiene sus motivos particulares y éstos suelen ser muy diversos, entre ellos, motivos como la infertilidad, valores personales, conciencia social o religión suelen ser los más comunes. Pero, un punto en común que todos estos motivos experimentan es el deseo de ser madre o padre.

En ocasiones pueden surgir miedos y dudas en torno a la adopción pese a nuestras causas y anhelos de ser futuros padres. Pueden surgir preocupaciones por cómo será la adaptación del niño a su nuevo entorno, que nos entren dudas respecto a “cómo ser padre/madre”, dificultades para explicar su origen o que tal vez no se sienta deseado, o, ¿y si de mayor quiere buscar a sus padres biológicos? Dudas absolutamente normales en este contexto. Como se ha mencionado anteriormente resulta un proceso complejo y peculiar, repleto de emociones intensas, debido a lo cual es esencial aclarar algunas dudas frecuentes a la hora de entablar esta aventura.

Un primer reto es afrontar la situación de hablar sobre el origen del niño.

Un primer reto es afrontar la situación de hablar sobre el origen del niño. Es importante tener en cuenta que no hay nada de qué avergonzarse y que es necesario para el menor aceptar de forma realista y positiva el significado de ser adoptado y verlo con total naturalidad. De igual forma, esto le ayudará a crear su propia identidad y una narrativa más ajustada, así como facilitará la creación de un vínculo estable y positivo entre padres e hijos.

El cómo y el cuándo contarlo también suele ser una disyuntiva destacable de las familias.

Ciertamente no hay una edad fija que se recomiende para empezar a abordarlo, aunque muchos estudios confirman que desde los cinco años los niños comienzan a comprender el significado de la adopción y pueden llegar a entender su procedencia.

Respecto a la forma de decirlo es recomendable expresárselo con la mayor naturalidad posible, siempre mediante expresiones que denoten cariño y afecto positivo y teniendo en cuenta la edad del menor y su nivel de madurez. Asimismo, nos podemos ayudar de cuentos o de libros como “La mejor familia del mundo” de Susana López o “El viaje del cordón de plata” de Loretta Zaira para favorecer la comprensión del menor.

Por otro lado, nos podemos plantear que puede llegar un momento en el cual el hijo quiera conocer a sus padres biológicos.

Los niños suelen tener muchas dudas sobre quiénes serán sus padres biológicos, sobre cómo serán, si tienen hermanos, etc., y esto puede terminar generándonos cierta inseguridad. Sin embargo, es muy importante que los hijos comprendan su historia personal y le den sentido a su narrativa vivencial. Desde el rol de padres es fundamental acompañarlos en este proceso de búsqueda y conocimiento de su propia vida, pese a esas posibles inseguridades o miedos.

Pese a todo, cabe destacar que si en algún momento surgen dudas o preocupaciones se recomienda encarecidamente contar con apoyo profesional.

Programa Recurra-Ginso

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Marina Viejo

Psicóloga General Sanitaria especializada en terapias de tercera generación. Psicóloga Deportiva. Psicooncóloga. Experta en prevención e intervención en la conducta suicida. Experta en duelo. Actualmente cursando Máster en trastornos de la conducta alimentaria.