La adolescencia es la etapa de transición que existe entre la infancia y la vida adulta. Se trata de un periodo en el que se dan cambios significativos a nivel físico, emocional y social que pueden afectar al bienestar personal. El proceso de maduración es complejo porque se enfrentan muchos conflictos al mismo tiempo. Algunos de ellos pueden ser: dificultades sociales, emocionales, presiones académicas, problemas de identidad, descubrimientos sexuales, creación de la independencia y cambios hormonales. Al mismo tiempo que no son vistos como niños dependientes, tampoco son considerados lo suficientemente adultos para tomar sus propias decisiones.
La adolescencia es una etapa clave en el desarrollo integral del menor. Por esto, el apoyo emocional cumple un papel crucial, ya que ayuda a afrontar los retos que se encuentran. Facilita que se dé un desarrollo emocional saludable y un mayor equilibrio psicológico, ayuda a explorar y comprender las emociones, promoviendo el desarrollo de habilidades de afrontamiento saludables. También favorece a que los jóvenes comprendan y gestionen los cambios de manera adaptativa, como parte natural del crecimiento.
El apoyo puede darse principalmente desde la familia o los amigos y ejerce un efecto de protección y bienestar. Durante esta etapa, es habitual que sean complejas las relaciones interpersonales, asique
¿cómo podemos apoyar a los adolescentes?
Para poder establecer una comunicación abierta y aportarles herramientas se deben dar ciertas condiciones. Es esencial que se dé un clima de comprensión, seguridad, respeto, apoyo y sensibilidad a la hora de interaccionar con ellos. Estas son algunas recomendaciones para proporcionar ese clima y apoyarlos:
- Muestra interés por ellos y ten en cuenta el lenguaje no verbal: Es importante que sepan que estamos ahí para ellos, pero es probable que a veces no quieran compartir sus experiencias o sentimientos. En esos momentos, se debe respetar su decisión y darles la opción de que se desahoguen de otras formas, como haciendo deporte, llorando, escuchando música o creando algo artístico.
- Escucha activamente: Presta atención, no juzgues ni interrumpas, así crearás un espacio seguro donde puedan expresarse.
- Valida sus emociones: Respeta y normaliza sus sentimientos, todas las emociones tienen una función.
- Fomenta la independencia con límites: En esta etapa es importante que tengan límites claros mientras comienzan a asumir responsabilidades y tomar decisiones propias. De esta forma ayudarás al desarrollo de su confianza y autoestima.
- Enséñales estrategias para gestionar el estrés: La organización, la respiración profunda y el tiempo para el autocuidado pueden ser algunas de ellas.
- Enséñales habilidades nuevas: A estas edades, debes enseñarles la importancia del autocuidado, la alimentación, el ejercicio y el descanso adecuado.
- Celebra sus logros: Reconoce sus logros con ellos, ya sean grandes o pequeños, del ámbito académico, personal, creativo o social.
- Busca ayuda profesional cuando sea necesario. Cuando las situaciones a las que se enfrente el adolescente superen sus capacidades y las de su entorno para resolverlas se debe solicitar ayuda externa. Algunos recursos: Servicios de salud mental de tu zona (Centros de salud), Hospitales de día infanto-juvenil, Unidades de tratamiento y rehabilitación, recursos específicos dependiendo del tipo de dificultad que presente (Trastorno de la conducta alimentaria, trastorno de personalidad…).



